Ambigüedad

Siempre he dicho que soy una niña-niño.
Soy una chica de femineidad desarrollada, pero también desarrolle cierto grado de masculinidad, no se a que se deba. Creo que siempre sentí mucha afinidad hacia los niños. La mayoría de mis amigos son varones.
Y es que no me caen muy bien muchas chicas, no se como las mujeres podemos ser tan despiadadas, el varón es un ser más noble por naturaleza, no hay hombres que hagan las cosas por nada, todos tienen razones, aveces absurdas, aveces exageradas, aveces estúpidas; pero mientras signifiquen algo para ellos está bién. Las mujeres actuamos con las tripas, somos rencorosas y malas personas, una mujer muchas veces no tiene mas razon para hacer las cosas que el odio.
No me caen bien las mujeres extra femeninas, que usan puras cosas rositas y que huelen a frutas tropicales. Que no viven sin tacones y se mueren si se les olvida la bolsa, que sin maquillaje se ven tan raras.
Y me caen peor por que esas son las que tienen los novios mas chidos, con los que una platica a gusto y que para colmo son tus amigos asi que te las tienes que fumar en cada reunión de cuates.

Creo que me volví a salir del tema del post ¿En qué iba?
Ah, si. Soy una niña-niño más niña que niño, bastante adaptable, que no tiene un chicharo por cerebro o un chichuahua por mascota.
Que tipea en un blog que no va a ninguna parte, por que aveces se aburre.

2 comentarios:

ivan dijo...

Entonces las odias sin razon? por pura vicera? o por competencia?

Anónimo dijo...

Tal vez seas un especimen del famoso polimorfo sexual de Freud. O como dijo Simone de Beauvoir: lo femenino no existe...y lo masculino tampoco. Son sólo otras de las muchas etiquetas inventadas y para las que gastamos la vida tratando de adaptarnos porque sólo así es comprensible el mundo en el que vivimos. Saludos. Ana G.