La anécdota del pastel invisible
El ingenio de un pastelero al que no les gustaba ver sus obras estropeadas por cientos de dedos que amenazaban con hundirse en la cremosa belleza del betún. Creó un pastel invisible, sin mayor encanto que ése, el poder disfrutar de la éfimera belleza, del encanto de su invisibilidad.
Nadie nunca lo ha probado, ni ha disfutado su aroma, solo ven sobre la ácera una rígida carcaza. Me topé con él al entrar a mi casa, alguién lo abandonó. Quizás sabían que descubriría el secreto.
Mi madré dijo: -Es sólo basura.
Yo sé que ésta ahí... Aunque no puedo verlo, desde ahora será mi pastel invisible, sólo para mí, sólo para mí.
martes, 10 de julio de 2007 | Publicado por Miss K. Braineater en 20:05
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7 comentarios:
F.1rst!
Jajaa primero en comentar!
que onda esaaa salu2 desde la isla que flota sobre el malecón costero!... que crees... la banda jinetezca quiere pastel tambien! como le hacemos? eh eh eh??? bueno te dejou por que son las 11 y ya tengo sueño y mañana a chambear jojojo! salu2!
Quiero pastel invisible =(. ¡Yo si lo puedo ver!, nomás que tiene mucho merengue.
jajajaja ke culero... se acavaron el pastel y no te dejaron.. ke poca madr....
ahora tu deja las puras botellas de casillero del diablo vacias y diles ke es vino invisible....
Jajaja no es invisible es que el cerdus de Lycannibal se lo trago de un solo bocado.
Mordida, mooordidaa..
nomas los jodidos y los pendejos no lo pueden ver ni saborear jajajajaja...lo weno k yo si lo veo yomi yomi
Lo bueno es que puedes embarrarte sin necesidad de usar servilletas. No me regalas una rebanadita, yo pongo una botella de vodka y unas gomitas. Saludos.
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